Un satélite es un objeto secundario que gravita en una órbita cerrada alrededor de un planeta. El movimiento de la mayor parte de los satélites conocidos del sistema solar alrededor de sus planetas es directo, es decir, de oeste a este y en la misma dirección que giran sus planetas. Solamente ciertos satélites de grandes planetas exteriores giran en sentido inverso, es decir, de este a oeste y en dirección contraria a la de sus planetas; probablemente fueron capturados por los campos gravitatorios de los planetas algún tiempo después de la formación del sistema solar.
Hay dos tipos de satélites los Naturales y los Artificiales.
SATÉLITE NATURAL
Los satélites son todo cuerpo que se encuentra en órbita en torno a un planeta de mayor masa, el cual ejerce sobre el satélite una atracción gravitacional. Para considerar un objeto como satélite natural de un planeta, se considera como criterio básico que el centro de masa se encuentre dentro del objeto anfitrión (el planeta). En el Sistema Solar los planetas que cuentan con satélites naturales son La Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno.
SATÉLITES ARTIFICIALES
Con estos artefactos de percepción remota se puede observar una gran extensión de terreno, pues están muy por encima de donde circulan normalmente los aviones y permiten fotografiar toda la cordillera del Himalaya o de los Andes; conocer el curso de las aguas, desde una pequeña corriente hasta su gran desembocadura en el océano; o explorar y mostrar áreas inaccesibles, como las heladas regiones de los polos y las profundidades marinas.
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